Por Fernando Vigorena Pérez.
Cuando Sonia decidió darle un vuelco a su vida de dueña de casa y comenzó a vender perfumes de una conocida marca, no se imaginó que se había iniciado como emprendedora. Gracias a su empuje, al apoyo de su familia, logró transformar ese pequeño negocio en varias tiendas especializadas que funcionan en la mayoría de los centros comerciales. Como Sonia hay muchas otras mujeres con espíritu emprendedor, deseosas de aplicar su creatividad para ser dueñas de su propio destino.
¿Cual es el tipo de mujer que se transforma en una emprendedora?¿Cuáles son sus características típicas de personalidad?¿ y qué es lo que las motiva a buscar el éxito? En los países desarrollados las mujeres entrepreneur, como se les llama, son figuras comunes. Solo en los Estados Unidos entre 2000 y 2011 el número de mujeres que han emprendido un negocio aumentó en un 81% en relación al decenio anterior.En el 2000, las mujeres norteamericanas constituyan el 43% de todos los americanos independientes, mientras que en 2011 el porcentaje supera el 45%.Según la Revista Woman Entrepreneur, de ese mismo país, las mujeres están dejando sus empleos seguros, a cambio del riesgo de un emprendimiento independiente a un ritmo cinco veces más rápido que sus semejantes del sexo masculino.
Los negocios ya no son exclusividad de los hombres
En el libro “Megatendencia de la mujer”, John Naisbitt, futurólogo norteamericano, afirma que el protagonismo femenino es cada vez mayor en la sociedad, especialmente en la política y en los negocios.
Las estadísticas demuestran que las empresas dirigidas por mujeres tienen menos fracasos que las lideradas por varones y crecen con mayor rapidez. En su conjunto están creando más empleos que las 500 empresas de Fortune.
La mujer está estrechamente vinculada al “boom entrepreneur” y la experiencia demuestra que cuando se despierta en la mujer la vocación entrepreneur, es más cautelosa, flexible y se entrega mejor que el hombre en el manejo de los negocios.
La emprendedora en Latinoamérica
En nuestro continente la mujer emprendedora es un alma independiente y difícil de desarrollarse, debido, principalmente, a la cultura latinoamericana. Se trata de una persona creativa, que le gusta arriesgar y gracias a su propia fuerza y voluntad, hace de una idea un emprendimiento lucrativo.
Para lograr sus objetivos, la mujer emprendedora debe luchar primero con sus propios estereotipos, que desde la infancia la presionan a adaptarse a un padrón femenino, que posee lados positivos y negativos.
Ese padrón femenino aprisiona a las mujeres en una verdadera sala de espejos que distorsionan su propia imagen. Los espejos siempre reflejan el lado negativo que les impide desarrollarse en el mundo de los negocios; dependencia, timidez, sumisión y falta de confianza.
La salida para las mujeres, en esa sala de espejos, es desarrollar su propio negocio; en términos modernos, emprender.
Lo fundamental para encontrar esa salida se centra en adquirir confianza a través del auto aceptación de ser mujer. En vez de ver sus fuerzas típicamente femeninas como debilidades y sentirse disminuidas, las mujeres deben analizar, cómo esas fuerzas pueden ayudarlas a tener éxito en el mundo de los negocios. Estas fuerzas características incluyen trazos como: empatía, tacto, capacidad de adaptación, sensibilidad, emotividad e intuición. Siendo estas características intrínsecamente positivas.
La mayor dificultad de las mujeres se centra entonces en admitir las ventajas que poseen y en decidirse a usar esos recursos.
Ser emprendedora en Chile
Optar por ser una emprendedora y crear, no es tan difícil si se acepta que es posible capitalizar todas las fuerzas típicamente femeninas para gestar negocios, en un país como Chile, lleno de oportunidades.
Según el GEM, en Chile, la incidencia por sexos en las actividades emprendedoras suele ser mayor en los hombres. Así lo muestra la Figura 22, en donde el 17% son hombres que manifiestan ser emprendedores en etapas iniciales, versus el 12,9% de mujeres que manifestaron lo mismo. En el caso de los establecidos, el 9% son hombres y el 4,6% mujeres.
Según la última encuesta realizada, en la Región de Arica y Parinacota, las mujeres que se declaran emprendedoras en su etapa inicial representan un 11,78 % contra un 23,89% de los hombres. En la etapa establecida del emprendimiento las mujeres emprendedoras representan un 9,72% y los hombres representan un 6,19%.
Para todas aquellas chilenas que desean dar un cambio a sus vidas, sean dueñas de casa, ejecutivas, secretarias, funcionarias de un banco, o simplemente mujeres, los nuevos tiempos las deberían llenar de optimismo ya que nunca habían existido tantos espacios nuevos para crear como ahora. Cuando una mujer tiene grandes aspiraciones y pocos recursos, se genera la creatividad.
Si usted tiene una idea, no desista: ya no está sola. Si ha cometido errores para llevar a cabo esa idea que no la deja tranquila, no le importe cometer otros errores. Analice el problema y enfrente un nuevo abordaje. Sea flexible y mantenga su atención en el objetivo.
Finalmente recuerde que usted es una mujer y que, probablemente, tiene muchas más condiciones para vencer de lo que se imagina. Feliz día.