Turismo y Logística, potenciales aliados en el desarrollo regional
Por Juan Reyes Arancibia*
Las actividades logísticas en las empresas de turismo contribuyen a la mejora en la experiencia y satisfacción de clientes, trabajadores, empresarios, proveedores y comunidad, donde se desarrolla la actividad turística, constituyendo una eficaz herramienta de gestión empresarial, agregando valor al turismo.
La disciplina logística en el turismo tiene por finalidad dar soporte a las actividades principales del sector. Para el caso de empresas turísticas, se trata de brindar servicios que complementen las actividades principales como por ejemplo de un hotel, cuya función esencial es alojar turistas; un restaurant, cuya función básica es producir alimentos y servirlos; una agencia de viajes, proveer paquetes de turismo y excursiones a lugares atractivos y transporte, entre otro tipos de empresas.
Esta industria sin chimeneas presenta la característica de ser altamente sensible a diversas variables: es dependiente de la situación económica, social, crisis sanitarias y los desastres naturales. Por lo que cada actividad debe ser planificada con la debida antelación, luego que una vez en desarrollo, es difícil solucionar un problema que pudo ser detectado con antelación.
La relación entre el turismo y logística, está enfocada básicamente a las actividades de aprovisionamiento, abastecimiento y proveimiento, actividades que se ven reflejadas en el transporte de pasajeros, alimentación, alojamiento y apoyo material a los programas turísticos, siendo fundamental considerarlas al momento de planificar y organizar una actividad turística o evento. Los elementos de la logística pueden ser organizados en un sistema único adaptado para cada evento, permitiendo el orden y el abastecimiento de consumidores, productos e instalaciones, buscando accionar a favor del ambiente, la comunicación y las necesidades del mismo. La actividad turística tiene tres fases bien definidas: un comienzo, un desarrollo y un final. Cada una de estas fases tiene sus particularidades, donde la logística interviene en cada caso en particular.
Tanto la logística como el turismo se basan en la misma premisa: la generación de promesas materializada en la satisfacción del cliente, donde el servicio debe estar en el momento correcto, en el lugar correcto y en la calidad correcta.
El desarrollo del turismo regional pasa por comprender y relacionar ambas disciplinas por parte del empresario turístico. El conocimiento profundo de cada uno de los procesos logísticos en busca de su perfeccionamiento, culmina en la estrategia organizacional y en la consecuente ventaja competitiva.