Por Guido Asencio Gallardo. Los chilenos hoy en día tienen la posibilidad de hacerse cargo de su destino, se presenta la oportunidad de participar directamente en la construcción de una nueva Constitución, donde existe evidentemente un cambio paradigmático en la forma que abordar este gran desafío, no hay precedente de un proceso más inclusivo y democrático en el país, ya se está preparado para eso, solamente falta tomar conciencia de lo que significa ser parte de este proceso.
A lo largo de la historia de la Constitución del 80’ se intentaron realizar algunas reformas, pero más que realizar cambios estructurales, se plantearon algunas leyes sectorizadas que no abordaron la complejidad lo que significa cambiar efectivamente una ley tan importante como es la Constitución Política de la Nación.
Por mucho tiempo se ha tenido una Constitución realizada entre cuatro paredes, que permitió el establecimiento de un modelo económico y social que, con el correr de los años, comprobó que solamente beneficiaba a un par de chilenos y a grupos económicos que hoy en día son dueños de gran parte de los recursos naturales, que abaló un sistema político binominal que no dejaba entrar en política a otros, que impidió cualquier modificación a favor del pueblo en ámbitos como la educación, salud, medioambiente, normativa laboral, etc.. Por lo anterior, es urgente tomar conciencia de participar activamente en la elaboración de la nueva Constitución, con esto ciertamente es posible prevenir que ocurran los lamentables episodios de Aysén, Freirina, Atacama y Chiloé, donde está más que claro que se debe dar un énfasis importante a las voces de las demandas ciudadanas y las localidades, abordando en conjunto la forma de plantear políticas permanentes y preventivas que consoliden un modelo de país más inclusivo, descentralizado y equilibrado, que considere formalmente “la voz ciudadana” en el proceso de la toma de decisiones.
En éste preciso momento se encuentra vigente la primera etapa denominada participativa del Proceso Constituyente, donde lo importante es que la información recopilada sirva de base para la construcción de políticas públicas ajustadas a la realidad de todas las personas y no dependa de la visión sesgada de un parlamentario en particular, pues el poder que debe ejercer la ciudadanía hoy en día tiene relevancia, pero la forma de hacerse escuchar es involucrándose e informándose mediante los mecanismos que se encuentran vigentes para tomar el timón desde el principio.
En concreto para llevar a cabo la participación activa en éste proceso, es fundamental comenzar a interiorizarse por la etapa participativa propiamente tal, que busca recoger una visión lo más amplia y diversa posible que represente la identidad e idiosincrasia de los chilenos, abordando temáticas cotidianas definidas como principios transversales, en términos de valores, derechos, deberes y responsabilidades que deben tener los ciudadanos.
La inspiración de cualquier normativa legal y más aún la carta fundamental que regirá a todos, estará fundada en principios tales como la inclusión, llamado a participar a todas las personas de más de 14 años chilenas y chilenos, extranjeros residentes y chilenos que residan en el exterior y tengan su cédula de identidad al día. Otro de los principios es la no discriminación resguardando que quienes participen en el proceso, lo hagan en condiciones similares, es decir no importando la clase social, genero, color de piel, tipo de familia, origen étnico, etc. El pluralismo también está incluido para resguardar que efectivamente se consideren todos los puntos de vista que decidan ser parte del proceso, que existan grados de certeza, es decir establecer las condiciones necesarias para comunicar de manera efectiva lo que se vislumbra para hacer y finalmente resguardar que exista la transparencia necesaria para que todo ciudadano tenga acceso a la información recopilada.
Los niveles de participación que se han establecido para este proceso son locales, provinciales y regionales. En el nivel local se encuentran dos instancias una individual con su cédula de identidad y número de serie que se encuentra en la misma cédula, llenando un formulario que muestra las preferencias que consideran como más importantes abordar en la nueva Constitución, respondiendo a preguntas con alternativas, teniendo la posibilidad de proponer ideas nuevas que constituyan una inquietud individual que consideren necesaria incluir en el proceso. La otra alternativa es instar a realizar Encuentros Locales, para que se reúnan como mínimo 10 personas que quieran deliberar (mínimo 3 horas de discusión que quedarán establecidos en un acta) acerca de los temas que consideran importantes contemplar en la Constitución.
El nivel provincial insta a realizar cabildos (instancia de participación para discutir temas ciudadanos) en las capitales provinciales, para discutir respecto a las particularidades que deben estar contempladas en la Constitución, dejando claro el marco de principios, deberes, derechos y responsabilidades, buscando que se pueda sistematizar la información recopilada en la instancia anterior (local), mediante una conversación abierta que permita establecer las prioridades, levantando actas formales de los acuerdos ciudadanos registrados, los cuales se realizan de manera simultánea en las diferentes provincias de todo el país.
En cuanto al nivel regional corresponde al último proceso de diálogos ciudadanos, el cual se realiza mediante una reunión pública y abierta a la ciudadanía que se realizará en las capitales regionales de todo Chile, donde se recogerá la información recopilada de los niveles anteriores (local y provincial), dándole un carácter regional quedando establecido de manera formal lo discutido en Actas que se llevarán al poder ejecutivo para construir un cúmulo de información necesaria que será procesada y considerada en la nueva Constitución.
El valor que tiene este ejercicio verdaderamente democrático es que constituye un insumo necesario que constituirá las llamadas “Bases Ciudadanas” para la construcción del documento constitucional donde existirá una formalidad o protocolo que permite explicitar todos los acuerdos y desacuerdos tomados en los cabildos para que sean tomados en cuenta por el poder ejecutivo y éste elabore el proyecto de cambio constitucional tan anhelado por la mayoría de los chilenos.
Para participar activamente de este importante ejercicio democrático es necesario ingresar a la página web que contiene toda la información necesaria llamada www.unaconstucionparachile.cl, donde aparecen las fechas claves para vivir en carne propia el proceso, las cuales están contempladas para este año 2016, precisando que desde el 23 de abril al 23 de junio, comienza la participación en el primer nivel denominado Local, el segundo nivel relacionado con el Cabildo Provincial está provisto para el día 23 de julio en las capitales provinciales, el tercer nivel esta agendado para el día 06 de agosto en las capitales regionales. Por último, la fecha clave para mostrar los resultados que constituyen la sistematización de toda la información recopilada en el proceso está programado para el mes de octubre del presente año, el cual contiene las Bases Ciudadanas que se ha comprometido la Presidenta de la República a tomar en cuenta como para proponer el Proyecto de Ley de nueva Constitución para Chile.
El llamado es a incorporarse a participar, es urgente, es primordial, para que no tengamos que decir por qué no participé, si somos críticos o condescendientes con el estado actual en que se encuentra nuestro país es igualmente importante que participe hoy, no mañana ni pasado mañana.
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Guido Asencio Gallardo, es académico de la Universidad de Los Lagos, Licenciado en Ciencias Contables – Contador Público y Auditor, Diplomado en Gestión Estratégica, Diplomado en Políticas Públicas, Mg(c) Ciencias Sociales y MBA(c) Latinoamericano. Miembro Núcleo Desafíos Regionales. Miembro del Consejo Asesor Socio-Productivo. Escribe para esta columna en materias de RSE, Desarrollo Socio Económico y Políticas Públicas. Integrante Núcleo de Investigación Desafíos Regionales de la Universidad de Los Lagos. Académico e Investigador Universidad de Los Lagos. Miembro Núcleo Desafíos Regionales. Miembro del Consejo Asesor Socio-Productivo
La opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad del autor y no representan necesariamente la opinión del Grupo Lisaison Consultoría S.p.A