Por Fernando Vigorena. 30.06.20. Entender a la universidad como una unidad de generación de valores, diferencias y talentos y no solo como una escuela vocacional que capacita gente para una profesión. Preparados no solo para el presente, sino tambien para el futuro. Una universidad que descubra los talentos y capacidades de cada persona, desarrollandolos, permitiendo que todo eso se abra como una flor en primavera.
La universidad es para generar nuevas ideas, formando un ser humano que este más adentro que arriba, influir más que mandar, las ideas más que el poder. Que el amor a la verdad sea más fuerte que el afan de poder. Una universidad que no solo produzca ejecutivos, profesionales, empleados, funcionarios y seguidores, sino a producir individuos innovadores, independientes capaces de asumir riesgos y emprendimientos propios. Gente que no valga por lo que sabe, sino por lo que haga con lo que sabe. Una vida que merece la pena vivirse es la de una idea tenida en la juventud y desarrollada en la edad madura.
Debemos aportar más por la vida, no tanto por la organización y sí por las ocurrencias, la jovialidad, lo divertido y la voluntad de aventura. Ortega y Gaset, lo llamaba «volutad de aventura». Es lo que falta en las universidades chilenas.
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Fernando Vigorena Pérez, es Ingeniero Comercial, conferencista, columnista de varios medios impresos y digitales en Chile y en el extranjero, gerente de Entrepreneur Consultores. Autor de varios libros, entre ellos, Empleo 2.0 y Lo Vamos a Llamar.
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